Iglesias de Cusco
Iglesias de Cusco
El Cusco monumental, en
gran parte surgido después del terremoto
de 1650, es sin duda uno de los conjuntos
más valiosos de la América precolombina y
tiene como componente principal sus
edificios religiosos. Cuatro obras
emblemáticas del arte arquitectónico
cusqueño, la Catedral, la Compañía,
Santo Domingo y el convento de la Merced,
permiten aquilatar la singulariad e
importancia de las iglesias de la ciudad.
A continuación le presentamos las Iglesias
más importantes de Cusco :
Catedral de Cusco
De acuerdo a la historia, en el
Inkario la Gran Plaza del Qosqo
estuvo rodeada por palacios de
los Inkas, construidos para
albergar a sus "panakas" o
familias reales extendidas; uno
de aquellos palacios fue el
Kiswarkancha perteneciente al Inka
Wiraqocha que en su costado
oriental poseía un edificio de
forma circular denominado "Suntur Wasi"
que era una especie de casa de armas y
escudos; sobre estas dos primigenias
construcciones se encuentra la actual
Catedral y sus dos iglesias menores.
Después de la fundación española de la
ciudad en 1534, se señaló también un lugar
para la construcción de la iglesia, lugar
que correspondió al "Suntur Wasi", donde
efectivamente se edificó la antigua iglesia
que era pequeña. Posteriormente las
necesidades de culto llevaron a adquirir
los terrenos próximos a la iglesia para
la construcción de la actual Santa
Basílica Catedral que empezó en 1560,
sobre un área de casi 4 mil m², con
diseños originales hechos por el
arquitecto Juan Miguel de Veramendi.
El Cabildo Eclesiástico de la ciudad
acordó con anterioridad el traslado de
las piedras de la "fortaleza" para la
obra; es decir que se ordenó la
demolición de Saqsaywaman para utilizar
las piedras andesita de sus paredes
principales en la edificación de la
catedral que fue culminada en 1654,
luego de 94 años de construcción con
retrasos e inconvenientes diversos.
Fue diseñada y supervisada por arquitectos
y sacerdotes hispanos, pero ejecutada con
el trabajo, sudor, lágrimas y sangre de
los descendientes de los Inkas.
La Catedral del Qosqo es sin duda uno
de los monumentos coloniales más notables de
América, su estructura es renacentista en
esencia, su planta interior tiene la forma
de una cruz latina, con cruceros que comunican
con sus dos iglesias laterales: la "Iglesia del
Triunfo" hacia el este y la "Iglesia de la
Sagrada Familia" hacia el oeste; tiene tres
naves: una central, la "Nave de la Epístola"
hacia el este y la "Nave del Evangelio" hacia
el oeste. Hoy para visitar el monumento, se
ingresa por la puerta de la "Iglesia del Triunfo"
que se encuentra precisamente en el mismo lugar
de la antigua iglesia mayor hecha sobre
el "Suntur Wasi". Es conocido que tres años
después del arribo de los invasores hispanos,
Manko Inka inicia la guerra por recuperar su
estado. Se produjo el sitio del Qosqo y hubo
un momento en que los conquistadores estuvieron
casi totalmente vencidos, todos ellos reunidos
dentro del "Suntur Wasi"; cuenta la tradición
católica que precisamente en aquel momento hizo
su aparición la Virgen de la Descención quien
bajo desde el cielo e hizo el milagro de dar
fuerza y lucidez a los conquistadores para
salir victoriosos. Además, cuenta la tradición
católica que también en esas circunstancias
apareció el apóstol Santiago cabalgando en su
corcel quien empezó a matar a los Quechuas
(Santiago es el Patrón de España y allá es
conocido como "mata-moros" mientras que aquí
como "mata-indios"); con la ayuda de estas
dos divinidades los invasores pudieron salir
triunfantes. Es ésa la razón por la que es
denominada "Iglesia del Triunfo", el triunfo
de españoles sobre Quechuas, el triunfo del
catolicismo sobre la religión inkásica. Al
exterior, en la fachada, a ambos lados de su
entrada se encuentran inscripciones talladas
en piedra fechadas en 1664 relatando los
milagros. La iglesia tiene tres naves,
seis retablos de madera de cedro tallado y
dorado con hojas de oro resaltando el
primero a la derecha que es barroco y
bastante grande que ostenta un Cristo
crucificado en bulto casi perfecto; tiene
además dos retablos de estilo neoclásico
hechos en yeso. En la parte central de la
iglesia se halla el altar mayor labrado
totalmente en granito y que para ser un
trabajo en piedra es bastante complicado,
está dorado en partes y en su porción superior
contiene la imagen en bulto de la "Virgen
de la Descención"; en su parte inferior
tiene una cruz de madera conocida como la
"cruz de la conquista" aquella que trajo
Vicente Valverde desde España y que fue
la primera cruz cristiana en el Tawantinsuyo.
Compañía de Jesús
Originalmente iniciado a fines del siglo XVI, la
iglesia fue demolida casi en su totalidad por
el terremoto de 1650, reconstruida y,
finalmente, terminada 18 años más tarde.
Al igual que la Catedral, la Compañía
también se construyó en el sitio de un
antiguo palacio, el de Inca Huayna Cápac
(que se dice es el más hermoso de todos
los gobernantes Incas "palacios).
La Compañía de Jesús es
uno de los mejores ejemplos de arquitectura
barroca colonial en las Américas. Dentro,
es más bien sombrío, pero el altar dorado
es impresionante, sobre todo cuando se
ilumina.. El retablo de oro, decorada
con columnas coronadas, presenta una
antigua imagen de la Virgen y un grupo
de la Transfiguración atribuido al
jesuita flamenco Diego de la Puente.
La Compañía posee varias otras
importantes obras de arte, incluyendo
una imagen de San Ignacio de Loyola
por el pintor local Marcos Zapata, y
una Crucifixión de Cristo de Burgos,
cerca del altar principal. Nota también
de las pinturas a ambos lados de la
entrada, que representan los matrimonios
de San Ignacio de sobrinos. Uno de
ellos sobre todo un ejemplo de
carácter mestizo del Perú, que representa
a la nieta de Manco Inca matrimonio
el hombre que capturó el último líder
Inca, Tupac Amaru.
Santo Domingo
Lo más sorprendente de este edificio es la
perfecta adaptación al templo incaico primigenio
que lograron sus constructores. Y esto se
comprueba claramente en la manera cómo surge
la bóveda aprovechando la curvatura del muro
prehispánico. Sobre él se yergue una arquería
española, al parecer usada eventualmente como
capilla abierta. En el resto del templo, la
solidez de los muros de piedra procura combinarse
con la grandeza de este antiguo y sacro lugar.
El campanario se construyó entre
1729 y 1731 y es una de las pocas construcciones
cusqueñas de importancia que datan del siglo XVIII.
Las dos portadas exteriores
son clásicas, y es probable que
mantengan en parte el diseño primitivo.
Su pureza de líneas no deja de contrastar
con la robusta torre tallada, que manifiesta
la madurez del estilo barroco cusqueño.
Sus columnas salomónicas, profusamente
labradas, manifiestan un acentuado
barroquismo tardío y se relacionan
con la portada de Jesús María que
quizá pertenezca al mismo autor.
En cuanto al período colonial
destaca por poseer una portada renacentista
y una excelente colección de pinturas cusqueñas
La Merced
Una de las congregaciones religiosas más
antiguas de la ciudad del Cusco es la Orden
de las Mercedarias. Fundada en el año de 1223
por San Pedro Nolasco, se sabe que esta comunidad
religiosa estuvo vinculada a Diego de Almagro,
socio y rival de Pizarro; por ello, cuando éste
emprendió su expedición a Chile llevó como
capellanes a dos mercedarios del Cusco, Fray
Antonio de Almansa y Fray Antonio de Solís.
En el interior de la iglesia
se halla una amplia galería y dos pasillos
relativamente estrechos que conducen hacia
el altar principal. Este es de estilo
neoclásico, tiene seis columnas sólidas de
Corinto y en la parte central se encuentra
una imagen de la Señora de la Misericordia.
Hacia el fondo hay otros retablos sobre los
que reposan diferentes imágenes, entre las
que destacan el Señor de Huanca y la Cruz
del Padre Urraca, cubiertos con platos de
plata. Además, aquí encontramos la imagen
del Señor del Tambo de Montero que, según
la tradición, fue fustigado todas las
noches de viernes por la gente judía del Cusco.
Santa Catalina
Después de la amarga experiencia de ver cómo el
monasterio que creó en Arequipa, en 1599, fue destruido
por el volcán Waynaputina, Lucía Isabel Rivera de
Padilla fundó en el Cusco el monasterio de Santa
Catalina en el año 1601. Fue entonces cuando el
obispo Antonio de la Raya le otorgó un sitio
privilegiado sobre el que se había erigido el
acllahuasi o casa de las Vírgenes del Sol.
Su primera edificación concluyó hacia 1643,
año en que se concluyó el retablo mayor ensamblado
por Martín de Torres. Pero el terremoto de 1650
echó por tierra este templo y hubo que reconstruirlo
en su totalidad. La oportunidad sirvió para cambiar
la disposición de su planta. Tanto el templo como
la decoración interior quedaron acabados hacia
1669, incluyendo retablos y pinturas.
Su severo exterior ostenta, como
otras iglesias monacales, dos portadas
renacentistas idénticas y una espadaña a
modo de campanario. Todo ello contrasta
con la riqueza decorativa del interior,
distribuida en su única nave alargada
de planta isabelina.
En las obras intervinieron
albañiles y canteros indígenas como
Mariano y Melchor Huamán.
San Francisco
La orden franciscana fue fundada por San Francisco
de Asís en Italia, a principios del siglo XIII.
Los franciscanos llegaron al Cusco por los
primeros años de la conquista y se localizaron
en el distrito de San Blas, después en la
cuadra de Nazarenas en el palacio antiguo de
Qasana que perteneció al Inca Pachakuteq
ubicado en la plaza mayor y finalmente en la
cuadra de San Francisco en 1549. No es conocido
el arquitecto que diseñó el edificio; sin
embargo, se conoce que Francisco Domínguez
Chávez y Arellano, fue un arquitecto cusqueño
que trabajó como albañil principal.
La estructura de la iglesia es relativamente
simple y tiene una torre y dos cercas sólidas hecho
con andesitas de los edificios prehispánicos.
Sus obras de arte originales fueron destruidas
por un sacerdote que "modernizó" la iglesia
con obras de arte neoclásicas hecho con yeso.
Su altar es neoclásico tiene la imagen de
San Francisco de Asís en la parte central
y de la Virgen de la Concepción Inmaculada.
Hay también otros 11 retablos menores,
todos hechos en yeso también tiene un púlpito
de madera cedro muy antiguo. El claustro
del convento es el más viejo de la ciudad
con un estilo del renacimiento con diversas
influencias. Tiene un techo impresionante
decorado con los tableros pintados. Aquí
hay una lona enorme que posiblemente es
el más grande del continente mide
aproximadamente 12 mts. (39 pies) de
alto y 9 mts. (30 pies) de ancho; fue
pintado por Juan Espinoza del Monteros
en 1699. Esta pintura representa 12 ramas
del la orden franciscana contiene 683
personajes, 224 escudos y armas y 203
leyendas de biografía. Lo que también
es impresionante es el coro de la
iglesia que se talló en madera cedro
por los franciscanos Luis Montes,
Isidro Fernández y Antonio de Paz, en
1652. Este coro contiene imágenes de
93 Santos de la Iglesia católica; su
facistol es muy bueno, también hay un
órgano imponente alemán, hay muchas más
lonas en los diferentes cuartos y
claustros; casi todos ellos son anónimos
y pertenecen a la Escuela de pintura Cusqueña.
San Blas
La Iglesia de San Blas fue erigida sobre un
santuario Inkásico dedicado al culto del dios
"Illapa" que está compuesto por el Rayo, Trueno
y Relámpago. Posiblemente la iglesia haya sido
estrenada en 1544, aunque según otras versiones
debió ser después de 1559 como consecuencia de
la provisión de virrey Andrés Hurtado de Mendoza
por la cual los "indios" debían construir
iglesias para su adoctrinamiento en los
barrios donde vivían.
Su estructura era simple, con
planta rectangular y paredes de adobe, mas luego
de los terremotos en 1650 y 1950 la estructura
ha sido parcialmente reforzada con paredes de
piedra. Cuenta con una sola nave y dos puertas
delante de las cuales hay sendas plazas, y un
campanario de piedra edificado luego del sismo
de 1950 en lugar del original de adobes.
Es la parroquia más antigua del Cusco., la
cualidad más saltante de este recinto turístico
es que contiene un espectacular pulpito tallado
en madera de cedro, que es la más sorprendente
obra de carpintería artística de estilo
churrigueresco español. Su elaboración
es atribuida a manos indígenas.
Andahuaylillas
Se considera que la iglesia es la "Capilla de Sixtina"
de América, debido a la calidad de las obras de arte
encontradas dentro de ella. Esta iglesia se debe
haber construido encima de algún templo inca
importante, posiblemente una "Waka" (la urna),
como la base de las iglesias era hecho con
andesitas tallado que pertenece a la
arquitectura Quechua religiosa.
En los ambientes hay restos de edificios
Inkas además, destaca una verja de arquitectura
de transición (la transición entre Inca y
colonial) hacia el lado occidental de la iglesia
hay dos esculturas de dos cuadrúpedos en su
dintel. Ésos eran los Jesuitas que construyeron
la iglesia a finales de siglo XVI, con el
barro-ladrillo sol-secado las paredes muy
anchas, muy común en los edificios coloniales.
Su estructura arquitectónica relativamente
modesta es clásica en las iglesias de pueblos
pequeños. Tienen simplemente una torre de la
campanilla superior, una fachada adornado con
murales, y dos columnas de piedra muy bien
proyectado hacia la verja principal.
Santa Ana
La Iglesia es muy sencilla, pues se trataba de
una iglesia menor. Su torre y sus campanas son
de un tamaño modesto y la iglesia cuenta con
muy poca ornamentación.
Pero pese a sus pequeñas dimensiones,
Santa Ana albergaba incomparables joyas artísticas
así como varias imágenes talladas por Juan Tomás
Tuyru Túpac, entre las que se cuentan el Cristo
Yacente que sale en la procesión de Viernes Santo,
el Crucificado, la Virgen Dolorosa, Santa Ana, San
Jerónimo y el Cristo que lleva la Cruz. Su principal
tesoro lo constituyó la serie de cuadros de la
procesión del Corpus, hoy en el Museo Arzobispal.
San Cristóbal
La iglesia se encuentra erigida sobre el cerro Colcampata,
un antiguo andén que alberga un conjunto de hornacinas
incaicas de fino acabado.
Es una edificación modesta, de adobe y piedra.
Según los estudios de Humberto Vidal la
obra se hizo por iniciativa de Cristóbal Paullo,
miembro de la nobleza inca y dueño de las tierras
de Colcampata. La primera iglesia data de 1560.
La construcción posterior es del siglo XVII y fue
auspiciada por el obispo Mollinedo, cuyo escudo
se encuentra sobre el dintel de la puerta de
ingreso al campanario.
La iglesia es de una planta en forma de
cruz latina y tiene una sola nave. Entre sus riquezas
se encuentra el frontal de plata del altar mayor,
que también cuenta con el escudo de Mollinedo.
El púlpito, por cierto, fue regalo del obispo.
San Pedro
Su nombre original era Nuestra Señora de los Remedios,
pues su fundador, el virrey Francisco de Toledo,
dedicó la iglesia a esta advocación en 1572. Según
el investigador Humberto Vidal, la edificación
obedeció al consejo del capitán Sebastián Garcilaso
de la Vega, padre del cronista. En tiempos coloniales,
el lugar era más conocido como hospital de indios,
pues aquí se encontraba el Hospital de San Pedro,
que luego se transformó en posta médica. La
tradición ha permanecido y hoy, a pocos metros
de la iglesia, se encuentra el Centro de Salud
San Pedro.